Nadie piensa en el techo como en un espacio que se pueda decorar. Pues nosotros apostamos por él, sobre todo cuando es el techo de la habitación de uno de los peques de la casa. Entonces, dejamos volar la imaginación, y si el cliente confía en nosotros, no dudamos en recomendarle que apueste por utilizar pintura fosforescente, que nos permite crear murales en los que recreamos el cielo nocturno, parte del universo. Y así, con unas horas de trabajo colocamos el universo en tu techo!!
La técnica es sencilla, ya que jugamos con el negro, que nos proporciona la oscuridad necesaria, y con la luz que absorbe este tipo de pintura fosforescente durante el día. Así creamos el efecto de bóveda nocturna en el techo, que da la impresión de ser mucho mas profundo de lo que en realidad es. El destello luminoso dura 1 hora, para luego, lentamente, desaparecer. Durante el día, ni la pintura ni el mural pueden observarse.
La frase que resume este tipo de técnica es la que nos dijo una niña de 9 años, que se llama Paula, tras finalizar nuestro trabajo, que tumbada en su litera, le dijo a su padre: «¡Mira papá ahora puedo tocar el universo!». ¿Os atrevéis a tocar el universo con nosotros?