El Estudio Alegría ha sido el encargado de contratarnos para pintar dos murales geométricos en la remodelación de uno de los locales de la Clínica Prim, en la calle Conde Peñalver de Madrid.
Bombardearte ha elaborado un par de murales como elementos decorativos, basado en una idea original de Ignacio Alegría, arquitecto del Estudio Alegría, que ha creado un nuevo concepto de local multidisciplinar con tienda, gabinetes clínicos, taller propio y oficinas, definiendo la nueva imagen corporativa de la división.
Los murales se inspira en el arte geométrico y constructivo de la arquitectura del color y de la forma, de la medida y el modelo geométrico. Siguen una línea que se inicia con el cubismo, aunque figurativo, y continua con el constructivismo y otros movimientos, con frecuencia desconectados entre sí, como la Bauhaus, Cercle et Carré, Abstraction-Creation, el arte cinético, la abstracción postpictórica americana, el Minimal-Art, etc.
TONOS AZULES / TONOS TIERRA
En las dos plantas, los murales geométricos, en una acertada gama de colores, rompen la rectitud de los espacios recorriendo las dos arterias del local, que distribuyen las diferentes zonas. El mural de planta baja, en tonos azules, siguiendo la imagen de la línea comercial, conecta la zona de tienda y los gabinetes. El de la planta superior, en tonos tierra, siguiendo los patrones estéticos de esa planta, une las zonas técnicas y de rehabilitación, con la parte de oficinas y dirección.
El resultado es una estructura abierta y colorista, que crea una forma específica dentro de cada pared. Los murales dejan de ser un fondo de color para convertirse en un relieve plegado a base de colores análogos y formas contrapuestas.
Las Clínicas Ortopédicas Prim son una empresa especializada en la fabricación a medida de productos de ortopedia técnica (prótesis y órtesis) para personas con minusvalías. A finales del siglo XIX, Pedro Prim Fernández –cirujano ortopédico y rehabilitador– fundó estás clínicas. Adelantado a su tiempo, supo transmitir su talante y vocación al pequeño negocio que creó. No se conformó con poner en marcha un taller para prótesis sino que, en su afán de dar servicio global, creó un balneario en Alsasua (Navarra). Con la visión de dar continuidad al proceso de adaptación de prótesis procuró una mayor comodidad para el paciente cerrando el ciclo de atención al cliente: diagnosis, tratamiento y rehabilitación.